miércoles, 28 de diciembre de 2011

Capitulo 4: Mi maestro

Habia tenido una pesadilla pero alguien me desperto antes de que comenzara a llorar. Abri mis ojos y pude observar que era Cristian, pense que habia vuelto a su casa, pero me alegraba que estuviera conmigo, estaba muy necesitada de alguien que me quisiera.

-Cariño, ya es hora de desayunar - me dijo Cristian con una rosa en la mano.

-Pense que te habia ido a tu casa - le dije con voz algo baja

-¿Y dejarte aqui? No estoy loco - me dio la raso que anteriormente traia en su mano

-No se que haria sin ti - al decir esto el me abrazo.

Bajamos las escaleras, ya que mi habitacion quedaba en el tercer piso y fuimos a una enorme sala, claro habia muchos estudientes aho y yo era del grupo "C" bueno eso me dijo Cristian que se sento junto a mi y de vez en cuando me decia algo, creo que sabia que estaba demasiado triste como para hablar y me decidi a decirle que queria visitar a mi madre.

-Estas loca Alice, completamente loca.

-Por favor Cristian, tu sabes muy bien que quiero mucho a mi madre y hasta podria traerla aqui.

-No, ¿acaso quieres que mi padre te encuentre y te haga lo que siempre quiso? aparte hoy tienes calase de canto.

-Muy bien - yo no me hiba a rendir, si queria visitar a mi madre lo haria, aunque Cristian no me dejara.

Acabamos de desayunar y yo me fui a cambiar de ropa, en el camino una chica delgada, palida y de cabello negro me hablo.

-Oye, se que Michael Jackson te va a dar clases de canto - dijo con una gran sonrisa dibujada en su cara

-Si, exactamente.

-¡Que buena suerte! Yo siempre lo he admirado como no te imaginas

-Gracias, creo

La chica me volvio a sonreir y se fue brincando como una pequeña niña de cinco años, era muy graciosa.

Segui mi camino a mi habitacion, llegue y me cambie de atuendo. Tenia una hora para vestirme y otra para hacer lo que quisiera, y lo que queria era ir a ver a mi madre que no dude en ir a visitar. Baje las escaleras y llegue al teatro principal. De ahi pase por las gradas hasta llegar a la entrada, sali y segui mi camino a la casa de Jonathan. Cuando llegue note que solo estaba mi madre -gracias al cielo- y toque la puerta.

-¿Quien es? - era ella, era su voz, aun se escuchaba tan encantadora como la recuerdo.

-Soy yo, Alice - le dije tan feliz que no escuche mis propias palabras.

-Espera, ahora te abro.

Abrio la puerta y me abrazo, como nunca lo habia hecho, yo hice lo mismo estaba tan feliz de volver a ver a mi mama. Me dijo que me sentara y que le contara que habia sucedido ¿donde estabamos yo y Cristian y porque me habia hido? se lo conte todo, absolutamente todo.

-Pero Jonatha me habia dicho que fuiste tu la culpable, que le solo trataba de ser amistoso

-Y calro que lo fue, pero el no te diria que intento violarme ¿no?

-No, no me lo diria. Pero ¿que voy a hacer sin ti?

-Ven conmigo y con Cristian, te aseguro que viviras mejor con nosotros que con Jonathan

-Muy bien hija, no lo debo pensar dos veces.

Mi madre empaco sus cosas y las dos nos largamos de ese infierno, pero en ese mismo momento estaba llegando Jonathan, le dije a mi madre que saltaramos desde la ventana del segundo piso, lo hicimos, ella primero y yo le avente sus cosas y despues me avente yo. Salimos corriendo hasta llegar al teatro, me di cuenta que estaba atrasada para mi clase de canto con Michael Jackson, corri hasta llegar al salon de clases, pero no me di cuenta de que mi pantalon estaba manchado de lodo, se debio haber manchado cuando me avente del segundo piso.

-Lo siento Sr. Jackson, pero hice un asunto de suma importancia

El solo rio y yo me quede estupefacta, pense que me regañaria o algo por el estilo. Pude notar que me estba viendo de arriba-abajo y yo me sonroje al ver sus expresiones.

-No te preocupes, de seguro que era un asunto acerca de tu madre ¿verdad? - dijo con curiosidad

-Si, pero ¿como lo sabe?

-Me lo conto mi fiel amiga- y se volvio a reir

-Claro, debi imaginarmelo - le dije con la cabeza agachada

-Por favor, levanta la mirada, de seguro eres muy hermosa y no me gustaria perderme el hecho de ver una cara tan hermosa - yo levante mi mirada- Lo sabia eres una chica muy bella.

-Gracias Sr. Jackson - le dije dandole una sonrisa

-Por favor dime Michael, yo odio que me digan Señor se escucha como si fuera un anciano

-Muy bien...Michael.

-Bien, empezemos la clase.

El era realmente lindo, en su actitud y era realmente guapo, nunca pense conocer a una persona tan linda y dulce como el, esperen un segundo ¿Y Cristian? el tambien era demasiado lindo conmigo como para que lo diga de otra persona.

Continuara................................................

Tu ru ru ru ru ru ru xDDD

domingo, 11 de diciembre de 2011

Capitulo 3: La caceria


Sentí que bajaban cada vez más las sabanas, me decidí a mirar quien hacia eso y la sorpresa me hizo estar cada vez mas decepcionada de los hombres.
-¡Ah!- grite muy fuerte pero él me tapo la boca para que no hiciera ruido, yo se la mordí, no me podía permitir que me hiciera lo que quería hacer conmigo
-¡Maldita niña! Déjate querer- si por dejarme querer era sufrir una violación nunca de los nunca me dejaría querer
Corrí lo más rápido que podía por los grandes pasillos, su maldita casa parecía como si estuviera en un cuento de terror era tétrico estar ahí. Me metí a la cocina en un pequeño hueco que había, no hice sonido alguno de que estaba ahí y aguarde, aguarde y aguarde hasta que me encontró y me jalo de los cabellos, me beso en la boca y yo solo le pude escupir, mientras el entretenía limpiándose la boca yo corrí más aprisa y por mis torpes piernas me tropecé y me disloque el tobillo, empecé a gatear y me metí a un pequeño armario que estaba en la habitación de su hijo, eso creo, pero mientras más temblaba el armario temblaba por igual.
Escuche crujir el piso y yo solo agarre mis rodillas para prepararme a lo que venía, se acercaba cada vez mas y mas hasta que…
-¿Qué haces aquí?- me dijo una voz de alguien muy enojado
-¡SCH, cállate! Me va a encontrar- le dije y lo metí también al armario.
-Pero que cara…bien ¿Qué haces en mi ropero?
-Este no es…oh lo siento ¿eres Cristian?
-Si soy yo
-Ok, no sé si decírtelo pero tu padre está loco y quiere hacer cochinadas conmigo
-No puede ser, ¿eres Alice Luna?
-Si lo soy ¿Por qué?
-Es que yo siempre he sabido que mi padre está loco pero no de esta manera, el siempre espero a que llegaran tú y tu madre aquí para bueno ya sabes
-Tu padre es un cerdo, como se atreve a querer hacer cosas indebidas con alguien de mi edad
-Está mal que mi padre haga eso, pero bueno tú no estás tan pequeña que digamos como cuantos tendrás ¿veintitreintaalgo?
-Tengo diecisiete
-No puede ser, pensé que tendrías mas, es que pareces tan mayor
-Gracias pero eso no ayuda
Después de varios segundos oímos una pisadas fuertes, yo me abrace de Cristian, tal vez fue una mala idea hacer eso, pero  él me inspiraba tanta confianza. Cristian me pego más a su pecho y lo único que puede hacer fue dejarme, era tan hermoso como si estuviera en las nubes, gire mi cabeza para ver su hermosa cara y él me sonrió.
Sentí que alguien jalaba de mi chamarra y me azotaba contra el suelo, intente levantarme pero como ya tenía dislocado el tobillo no puede hacer nada solo que gritar los alto que pudiese.
-Papa, déjala en paz
-Tú no te metas Cristian o que ¿quieres compartir? – hecho una risa malévola. Era tan terrible cuando decía ese tipo de cosas, me parecía el hombre más asqueroso de todo el mundo…el mundo se queda corto, será del universo entero.
-Enserio papa, déjala o ¿quieres que te recuerde lo que paso con mi madre?
-Saber algo, no vamos a hablar de tu madre ahora ¿Ok? Esta noche tendré buffet – me jalo del cabello y yo intente zafarme.
Cristian le dio un puñetazo a su padre y yo me eche a correr, en mi transcurso me pare para observar la tétrica imagen que sucedía atrás mío y vi que Cristian luchaba con su padre, no supe si irme o quedarme pero ¿adónde me iría? No tengo a donde ir, más que en los pavimentos y eso con suerte. Me escondí en el armario que tenia “mi habitación”, alguien entro deduje que era Cristian, porque traía tenia rojos.
-¿Estás bien Alice?
Solo lo mire a los ojos y me avente hacia él para darle un abrazo de agradecimiento, el lo recibió de igual forma y me beso en la frente.
-Todo está bien amor
¿Sera que me estaba enamorando? Eso no podía ser yo nunca podría ni quería enamorarme, pero tal vez con el haría la excepción. Lo amo de una vez que lo he visto, amo sus hermosos ojos azules, amo su hermoso cabello castaño y también su valentía al enfrentarse a su propio padre por alguien como yo, una simple chica de cabello chino café, torpe, temerosa a la obscuridad, sería bueno que al menos tuviera algún don y así estaría aunque sea un poco a la altura de Cristian, porque no me debería de hacer ilusiones con él, es demasiado perfecto para mí y cero que para cualquier mujer lo seria.
-No me había dado cuenta pero creo que eres hermoso
-Creo que este pequeño show afecto un poco tu cabeza – esa no era la respuesta que esperaba – Pero Dios creo que tú también eres hermosa, tienes un hermoso cabello café chino, y adoro el color de tu piel, muy pálido por cierto, pero hermosos a la luz de la luna. Nos acercamos cada vez mas y el levanto mi barbilla y nos dimos un dulce, suave y tierno beso, era el mejor que alguien me pudo haber dado, porque todos o más bien los cuatro hombres que me habían besado había sido por la fuerza.
-Dios mío Cristian, creo que me gustas – le dije con mucha vergüenza y por el modo en que me miro pareció que me sonroje al instante.
-Bueno creo que me vas a decir loco pero creo que ya te amo, el amor a primera vista era una estupidez pero veo que me equivoque todos estos años.
-Creo que gracias – le dije mas avergonzada de lo que ya podía estar y baje mi mirada para que no notara lo sonrojada que estaba
-No bajes la cabeza, tu cara es muy hermosa para que la bajes – me dijo mientras me la levantaba y lo miraba a los ojos.
-Oye no es por quitar este emotivo momento pero es que tengo mucho miedo
-¿Miedo? ¿Por qué?
-Es que con tu padre, ¿Qué voy a hacer? No me puedo quedar aquí, pero tampoco se ha donde ir y bueno mi madre me extrañara, pero si me quedo no me creeré si le digo lo que sucedió esta noche
-No sé si quieras pero mi tía trabaja en una escuela de canto y todo eso, y pues ahí podrías refugiarte y te darán educación que es algo importante ¿no?
-¿Enserio harías eso por mi?
-Alice ¿no te diste cuenta de que yo haría todo por ti? Hasta golpear a mi propio padre
-Claro me fije ¿pero qué paso con él?
-Lo deje inconsciente
-¿Acaso estás loco? No puedes hacer eso, te mandaran a la cárcel y ya no podre verte más.
-Tranquila Alice, tu sabes que eso no pasara, el es el malo aquí y yo solo lo hice para protegerte
-Si ya lo sé, pero es que…-mire atrás de él y vi a Jonathan con una gran herida en la cabeza acercarse hacia nosotros- ¡Cristian voltea!- volteo pero ya era demasiado tarde Jonathan le había tirado un gran golpe en su cabeza y lo dejo medio inconsciente pero Cristian aun se pudo levantar y le tiro una maceta en su cabeza antes de que se acercara a mí, yo solo los veía como estúpida no sabía qué hacer, estaba muy asustada.
-Con que a ti estúpida niña de caireles, esta noche serás mía – me jalo del cabello, yo di un grito ahogado y él se rio tan terroríficamente que me entraron los escalofríos enseguida. Me solté de su poderosa fuerza y empecé a correr hasta llegar a la puerta, en ella estaban tiradas la llaves, para mi mala fortuna eran muchas y no sabía cuál era la que abriera la puerta así que intente con todas, para distraer a Jonathan le avente una maceta que estaba justo al lado de mi él se cayó del golpe. Solo me quedaba una llave, la abrí y Salí corriendo pero en ese momento me acorde de que Cristian seguía allí adentro  y entre por la puerta trasera y lo vi sentado en la cama.
-Cristian, ven
-Oh Dios, pensé que no volverías y que te irías
-Yo nunca me iría sin el que me salvo la vida
Cristian tomo mi mano y nos fuimos juntos, salimos por una ventana que estaba medio abierta, pero antes de eso le deje una carta a mi mama explicándole porque me había ido y que tal vez, solo tal vez no me volvería a ver, algún día haría el intento porque no podría vivir sin mi madre.
Cristian me llevo a un teatro enorme, entramos y estaba hermoso todo estaba decorado de color dorado simulando que era oro, el piso era un gran espejo donde debajo se veía el techo que estaba decorado con pinturas de bellos ángeles,  mas adelante había unas hermosas escaleras que cada vez se hacían más grandes, al subirlas se podía apreciar el teatro en toda su hermosura, tenía un gran telón rojo decorado con dorado en las orillas. Bajamos las escaleras y vimos a una persona no muy grande que lo saludaba tiernamente.
-Hijo ¿Qué haces aquí? – le pregunto la mujer
-Mira, te presento a Alice Luna, ella salió de su casa porque bueno, vivía conmigo y con Jonathan y ya sabes cómo es él cuando ve a una hermosa niña.
-¡Madre mía! ¿Ahora estas bien pequeña?
-Si señora, muchas gracias, pero la verdad estoy muy triste porque deje a mi mama y yo nunca he estado lejos de ella, mas bien no he estado separada.
-Tranquila cariño, puedes verla cuando quieras
-Pero es que no creo poder, porque ella sigue casada con Jonathan y es que ella siempre ha estado necesitada de un hombre
-Tal vez, se vuelvan a ver que espero que pase y pasen una vida juntas de amor de madre a hija
-Eso solo pasa en las novelas y mi vida prácticamente no es una novela, donde encuentro a un príncipe, me caso, encuentro a mis padres, se vuelven a unir y ahí acaba, eso no va a pasar. La vida real no consta de eso o te va bien o te va mal y en mi caso es mal y así se quedara
-Pero Alice, el amor algún día podría tocar a tu puerta – dijo Cristian
-Cristian, tu sabes que nadie querría estar con alguien que es prácticamente “huérfana”
-Yo si – me miro con sus hermosos ojos, esa era una mirada tan llena de pasión y tan dulce a la vez, a decir verdad me daba mucho miedo, porque el amor no se consigue de la noche a la mañana y con él fue así. Aunque como ya había dicho creo que me estaba enamorando de él.
-Por favor, no hablemos de esto, es que creo que aun no es el tiempo de que bueno ya sabes
-Claro comprendo, por favor dime cuando estés lista, porque yo te esperare todo el tiempo que sea necesario.
-Gracias por comprenderme
-Para eso estoy, por favor tía necesito que este aquí un largo tiempo y necesito que la cuides muy bien porque solo es una pequeña niña de porcelana.
-Claro que la cuidare, pero Cristian me puede ir mal no puedo meter gente así, deben cantar, tocar algún instrumento o algo
-Podría enseñarme a hacer algo, aunque sea fregando piso, pero por favor que no vuelva a esa casa de horror
-Tranquila, yo conozco a un gran maestro que te ensañara todo lo que sabe
-¿Quién es?
-Es un gran cantante, no que digo grande, grandísimo, y eso que no me gusta mucho la música noventera a mí me gusta la sesentera, pero él es lo máximo, se que te agradara y se llama “Michael Jackson”
-Ya sé quién es, no puede ser que me enseñe a cantar alguien como él, la mayoría de artistas no querrían hacer eso
-Es que el está en fundaciones para niños desamparados y como este es un lugar para huérfanos, le diré que seas tú la elegida
-No creo que él quiera, debe haber más necesitados
-Pues lo llamamos y que el escoja
-Y ¿el vendrá?
-Claro, el es un buen amigo mío, nos conocimos en una fundación y desde entonces somos amigos, yo le hecho varios favores, creo que es su turno
-Entonces si no hay problema, seria excelente que él me enseñe…

lunes, 21 de noviembre de 2011

Capitulo 2: Nueva vida ¿nueva familia?



Ya habíamos llegado a Paris, yo sabía un poco habla francés, pero lo básico, así que creo que no fue buena idea mudarnos aquí, ni idea de porque mi madre quiso venir. Mi madre estaba muy emocionada, me enseñaba todo, se nota que si sabía de la historia de Paris porque de cada ligar me decía todo y cuando digo todo es definitivamente todo. Pasaban hombres guapos y me miraba con cara de lujuria, eso no me agradaba mucho y me sentía incomoda, recuerdo que en Los Ángeles a mis compañera de la universidad le encantaba que las vieran así, pero a mí no, ya que en mi casa siempre me enseñaron valores y a decir verdad creo que mis padres no los saben practicar.
Algunas personas me dicen que soy algo madura y a la vez muy inocente e ingenua ¿Qué esperaban de una chica de 17 años? Otras personas creen que yo debería estar en un programa de comedia, porque mi vida es una comedia, ¡mi vida no es una comedia! Me gustaría porque todos estarían felices y no estaría enojada ni triste en este momento. L
-Bien hija ya llegamos- me dijo mi madre destruyendo mis pensamientos.
-¿Qué? – le dije desorientada
-Que ya llegamos, te presento tu nueva casa.
-¿De quién es la casa?
-Ven, entremos y lo sabrás.
Toco la puerta y abrió un señor de camisa blanca, muy bien vestido, con el cabello recogido hacia atrás con una coleta, el tipo se veía que tenía buen cuerpo todo lo contrario a lo que es mi papa, ya que él es delgado y mal vestido. Mi madre y el hombre se dieron un beso en la mejilla y se saludaron, el hombre hizo lo mismo conmigo.
-¿Con que tu eres la pequeña Alice? – me dijo mientras sacudía mi cabello como si yo fuera una niña de seis años
-Sí, lo soy – le dije mientras le quitaba la mano de mi cabello
-Oh, mira amor él es Jonathan y nos quedaremos con él a vivir.
-Ah que bien pero ¿Quién es él?
-Soy el novio de tu madre
Me quede paralizada, no podía creerlo ¿mi madre tener novio después de lo que sucedió? De seguro ya lo tenía mucho antes de que se “olvidara de mi padre”. No sabía qué hacer, si quedarme ahí con cara de idiota o largarme a cualquier habitación a llorar, opte por una buena decisión que no me hiciera parecer una niña berrinchuda.
-Disculpe, ¿Dónde está mi habitación? – dije con una voz muy baja
-Claro, está subiendo las escaleras la de hasta el fondo- me dijo Jonathan…como lo odio
Agarre mis maletas y me fui directo a la habitación, cuando entre pude ver que estaba tapizado de morado y con una lámpara no grande, grandísima, las paredes estaban llenas de posters de Marylin Monroe, yo solo me avente a la cama y mirar el techo que también tenía otro poster, tenía la sensación de que estaba vigilada.
Después de una hora y media más o menos alguien llamo a mi puerta.
-¿Quién es?
-Soy yo hija
Le abrí la puerta ya que le había puesto seguro para que nadie me molestara en mi triste soledad.
-¿Por qué no te quedaste a cenar?
-Tal vez porque no me avisaron
-Hijita, se porque lo tomaste tan mal eso de que tuviera ya sabes, novio
-Me prometiste una vez, que si por un extraño motivo te divorciaras no tendrías a otro hombre en tu vida
-Cariño, eso fue hace siete años, me volví a enamorar, tú sabes que en el amor no se elige
-Pues no lo sé,  nunca me he enamorado y nunca lo hare
-No digas eso, porque algún día te enamoraras y veras que tengo razón
-Ya déjame con tus sermones baratos- me tape la cara con las blancas sabanas de la cama
-Bien, me voy
-¿Adónde?
-Con Jonathan a cenara un fino restaurant
-Pero dijiste que “me perdí la cena”
-Sí, tu y su hijo Cristian
-Ah que bueno, entonces ya vete
-Ok
Antes de irse me dio un beso en la frente que yo rechace instintivamente. Me quede dormida hasta que algo o alguien me despertó, no quería mirar a veces me da miedo la obscuridad y esta no era la excepción, me cubrí mas con las sabanas a esperar que se fuera esa fea abominación.





domingo, 30 de octubre de 2011

Capitulo 1: ¿Porque a mi?


 

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-¡Es que no puede ser! Yo siempre he sido buena con todos y me suceden cosas de las que quisiera arrepentirme.

-Ya, no digas eso, no fue culpa tuya, solo fue el destino.

-Pero es que aun no lo puedo asimilar, ya que él me si me quería.

-Ay muchas personas que te quieren Alice, como yo, que soy tu madre al igual que te quiere tu padre.

-Lo sé, pero queda un gran hueco en mi corazón el saber que ya no esté aquí para quererme y yo igualmente a él.

La muerte es una situación de la vida donde nadie quiere llegar, aunque digas que si lo quieres, en verdad es mentira, te desprendes de las personas que mas quieres o que sin darte cuenta te quisieron. Es lo más espantoso que alguien que tu adorabas con todo tu ser se valla para ya no volverlo a ver, en fotos tal vez, pero físicamente que te este hablando, tocando y ese tipos de cosas duelen en verdad. Lo peor de todo es cuando tú piensas que tú has causado una muerte…

-Pero mama fue mi culpa y lo acepto, no tienes porque decirme mentiras de que yo no fui la culpable de tal sufrimiento.

-Pero enserio no fue tu culpa, de uno u otro modo vas a morir y esta vez no fue culpa tuya, jamás lo ha sido.

-Si lo fue, lo solté, no reaccione pronto, me detesto a mi misma – al decir eso me levante del sofá en el que estaba con mi mama, no podía dejar que no me echaran la culpa, el remordimiento no es un castigo es una pequeña parte de lo que debería paste en la vida real.

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Me fui a mi habitación a llorar, es lo único que sé hacer bien. Me avente a mi cama y me dormí profundamente, cuando desperté me dirijo a la cocina, porque tenía mucha hambre y me dormí con el estomago, pero cuando iba hacia allá vi que mi mama estaba empacando cosas mías y suyas.

-¿Por qué empacas nuestras cosas?- le pregunte inocentemente

-Nos vamos

-¿Enserio? Pero y mi papa el debería estar aquí porque…- mi mama tenía una cara triste y por ese motivo deje de hablar, pero ¿Qué sucedía? ¿Le habrá pasado algo malo a mi papa? Espero que no, no sepa cómo me atreví a preguntarle qué ocurría.

-¿Por qué no está mi papa aquí? ¿Nos vamos a ir sin él?

-Cariño, tú sabes que siempre hemos tenido muchos problemas y por eso ya no lo puedo soportar más.

-Bueno, pero al menos pudiste consultarme, o que ¿ya no lo volveré a ver?

-Claro que lo veras, pero cada fin de semana

-¿Qué quieres decir con cada fin de semana? ¿Adónde iremos? No pienso largarme de aquí, este es mi lugar de origen y lo sabes muy bien, lo siento pero lo sabes. – le dije con tanto enojo y estupidez, pero ella solo alzo su mano para que me callara, debería comprenderla estar con un hombre con el que siempre peleas ha de ser lo más horrible de tu vida, pero él es mi papa y lo amo, así que no puedo estar separada del.

-Iremos a París.

-¿A parís? Mama no puede ser, aquí tengo mis amigos, mi escuela es más, ¿Dónde conseguiré universidad?
-Lo tengo resuelto, pero ya debemos irnos, no puedo esperar más el vuelo sale en una hora.

Mi mama me agarro del brazo y fuimos a la puerta, mientras íbamos saliendo mi padre estaba llegando del trabajo, eso creo porque llevaba la ropa sucia. Se quedo con la boca abierta al ver que nos íbamos de la casa.

-Déjame pasar Robert- le dijo mi madre con gran furia

-No voy a dejar que te vayas Courtney y mucho menos con mi pequeña Alice- al decir esto me jalo hacia él y me abrazo, parecía un oso protector

-Mira Robert ya hemos pasado por esto varias veces y espero que esta sea la última, eres un lunático, violento, celoso, yo no puedo estar con alguien así y por eso fuera poco aparte eres…
-No lo digas enfrente de la niña

-No soy una niña, mama di lo que es mi papa, vamos suéltalo

-Suspira-  Es un infiel, apenas ayer descubrí que tiene otra familia y aparte con una hija más grande que tu Alice, lleva más tiempo casado con esa mujer que conmigo.

Me desprendí del brazo de mi papa y lo vi con toda la furia que podía sacar de lo más profundo de mí ser, note que me quería dar un abrazo y yo me aleje con mirada suplicante me miro yo solo voltee mi mirada, como podía ser que tuviera otra familia, simplemente no logro comprender, porque él y mi mama siempre han sido mis héroes, bien uno menos.

Agarre mi maleta y le di un leve empujón a mi padre que se encontraba de brazos extendidos, mire hacia atrás y me dependí de la casa que me vio crecer.
Pero la pregunta siempre ha sido la misma en todos estos momentos ¿Por qué a mí? ¿Hice algo malo?  Siempre he sido una buena persona a mi parecer, al parecer de todos, todos somos buenas personas, da igual, pero ¿Qué he hecho? ¿Qué han hecho mis padres?
Tomamos el vuelo de las 11:30 Pm hacia Paris, ya veo porque mi madre ahorraba siempre le dinero, decía que era para una emergencia ¿emergencia? Para ella esta situación lo era. Mientras más pasaba el tiempo más me daban ganas de dormir, pero no me quería perder el bello paisaje que había debajo de mis pies, al fin y al cabo me quede dormida y tuve mis pesadillas de todas las noches o días…